Se dice que existió un brahmán temeroso del pecado.
Una vez Dios le sonrió de improviso y le preguntó: "Dime ¿qué puedo darte?"
El brahmán se sintió tan confundido ante la súbita gracia que dijo a Dios: "¡Oh Benefactor!, no puedo pensar en nada. Lo meditaré y te responderé mañana. Debo consultar a mi mujer. Debo consultar a mis mayores."
Dios dijo: "Está bien."
Al día siguiente, el brahmán se cansó de esperar.
El Dios que le había sonreído no volvió a aparecer jamás.
Roop Karthak
No hay comentarios:
Publicar un comentario